Un "Había una vez..." muy gótico: María Pryor en el 43° ARFW16
- Joy Ghelfi
- 16 sept 2015
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 5 jul 2020
Maravillas se dicen de los desfiles de María Pryor. Por lo que, ni bien conseguí una invitación, no dudé en comprobar los halagos por mi propia cuenta. Ahora comprobalo vos.


La invitación en mi mano, sentada en el 140 por Av. Córdoba, era lo único que tenía para descifrar por qué los desfiles de María Pryor son tan maravillosos. La tipografía del logo de la diseñadora me estaba dando cierta pauta: ella tiene un gusto particular por lo gótico, sensación que no me defraudó.
Una vez en el Sheraton, mis especulaciones fueron confirmadas. El desfile abrió con efectos de sonido de voces guturales y de ultratumba, fuertes vientos y campanas de iglesia, envolviendo a las primeras pasadas de las modelos en un aura oscura y siniestra. Todo principio sombrío se elevó de la mano de las canciones de Midnight Syndicate, banda de rock gótico y tenebroso. La música tenía un ritmo tal que los pasos de las modelos en la pasarela parecían desenvolverse en sincro. Ellas estaban maquilladas como muñequitas de porcelana, pálidas, y sus trenzas cocidas pintadas de blanco. Todo con un aire fantamasgórico.
Por supuesto que no me quiero olvidar de la colección... una colección con reformulaciones góticas, barrocas y rococó en cuya paleta de colores el blanco y los tonos pálidos son protagonistas absolutos, y donde tampoco faltan las flores en apliques de tul y en estampados, una tendencia en esta temporada. Dicen "presente" la corsetería artesanal bordada, un sello distintivo de la diseñadora, y los vestidos con calados y faldas con cortes irregulares. Cuellos puntiagudos y largos que en lo personal me evocaron dos sensaciones totalmente distintas: por un lado, los trajes de los arlequines italianos del siglo XVI, personajes de fantasía que juegan con el nombre de la colección; por el otro, la forma de las bóvedas de crucería ojival en las iglesias góticas europeas. Otros diseños que provocan el mismo juego con el nombre de la colección son los "jumpers" y las camisas de mangas cortas infladas con reminiscencias a la Alicia de Lewis Carroll. El trabajo en las faldas de los vestidos, ya sean cortos o largos, es increíble. Mucho tul y gasa rasgada intencionalmente, mucha superposición de capas y transparencias.
Hay un diseño que particularmente me llamó la atención en el medio del desfile, uno en el cual la falda estaba apenas ensanchada hacia los costados, como si llevara un pequeño paniers o guardainfante del siglo XVIII al estilo de María Antonieta. También de ese mismo período, Pryor reformuló los sombreros y tocados en la pasarela.
Fiel a mi ojo/oído audiovisual, debo mencionar el cierre del desfile, con efectos sonoros de puertas crujientes y un pianito que parece emular las cajitas musicales de nuestra infancia. Todo es un juego de niñas que empieza como un cuento. Había una vez...
(al final está el video del desfile ^_^)









Les dejo el desfile completo de la colección Había una vez de María Pryor en el Argentina Fashion Week Primavera-Verano 2016.
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